Ucrania: Think Tanks y lo que está escrito (I)
Trump: El de siempre
Antes, durante y después de la 80° Asamblea General de la ONU, ocurrida entre el 23 y 29 de setiembre pasado, el señor Trump hizo declaraciones que, según los entendidos, advertían un “cambio de giro” en su postura respecto a Ucrania. Dicen que las palabras se las lleva el viento. Lo que queda, es lo que escrito está. Para la política y la geopolítica estadounidense, igual que para algunos países de Occidente, implicados en cuanta guerra han hecho para satisfacer su codicia, el pensar “para el hacer”, lo monopolizan los llamados think tanks. Estos son los que escriben las políticas, las estrategias y los objetivos a los que deben ajustarse las decisiones de los gobernantes.
Algo de historia: Los primeros think tanks
Un resultado poco conocido de la “Conferencia de Paz de París” de 1919 después de la IGM fue el acuerdo que tomaron un grupo de estadistas, vinculados a los grupos más poderosos de la industria bélica, la banca, las finanzas, el acero, el petróleo, la industria inmobiliaria, los medios de comunicación y la educación. Tanto del imperio británico como de Estados Unidos: Alfred Milner, JP Morgan Jr, J.D. Rockefeller, A. Carnegie, Lazard Frères, NL Rotschild. Sus ancestros se remiten a las dinastías judeo-masónicas, iluminatis, rosacrucianas que no siendo lo mismo, son iguales. El “acuerdo” dio nacimiento al “Instituto anglo-estadounidense de asuntos exteriores” para estudiar los problemas internacionales con el fin de prevenir guerras futuras. Al poco tiempo, se desdobló en lo que son, hasta hoy, dos de los principales think tanks de la primera post guerra. El “Instituto Británico de Asuntos Internacionales” establecido en julio de 1920 en Londres; y el “Consejo de Relaciones Exteriores” (CFR) en 1921, con sede en Nueva York. En 1926, el “Instituto Británico de Asuntos Internacionales” recibió su Carta Real de incorporación al Reyno que le otorgaba derechos y privilegios legales y se convirtió en el actual “Instituto Real de Asuntos Internacionales” (RIIA) conocido también como “Casa Chatham”. Desde entonces el RIIA y el CFR tienen un rol determinante en las decisiones de poder de sus dos países sobre la economía y la política mundial. Se dice que es allí, donde se digitan a los respectivos gobernantes de EEUU e Inglaterra y, desde donde se imponen a los que protegerán sus intereses tanto en los países invadidos por sus fuerzas armadas como en los llamados aliados o socios. Como dijera David Rockefeller: “Los managers preceden a los políticos. Por sus funciones y contactos con la realidad los dirigentes del sector privado, los industriales y financieros son capaces de elaborar soluciones prácticas para los problemas mundiales, para proponerlos después a los gobiernos”. Muchos de los cambios fundamentales en la política exterior estadounidense provienen del CFR. El llamado “Club de Bilderberg” que puede considerarse un think tank, funciona como una formalidad secreta para las deliberaciones del “Consejo de Relaciones Exteriores” (CFR). De cualquier forma, quienes forman parte del CFR, lo son también del “Club”. El CFR publica la revista “Foreign Affairs” que se identifica como la voz del “poder profundo” de los Estados Unidos porque lo que aquí se hace público es lo que finalmente hará o ha hecho el gobierno en política exterior. Fue fundado en 1970 por Samuel Huntington, miembro conspicuo del Consejo de Defensa Nacional estadounidense; asesor del ex-presidente Johnson e impulsor de los ataques masivos a Viet Nam para obligar a sus soldados a abandonar sus puestos de combate. Autor de los controvertidos libros El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial y Quienes somos: Los desafíos a la identidad nacional americana. En el primero, se advierte que la fuente fundamental de los conflictos en el orden global será el choque de civilizaciones. En el segundo, puntualiza que “la inmigración mexicana a los EEUU dividirá a ese país en dos culturas y dos lenguas. Razón por la cual constituye un peligro para la identidad nacional estadounidense. ¿Le recuerda a Trump? El Foreign Affairs tiene una edición en castellano que se llama “Foreign Affairs Latinoamérica”.
Otros think tanks: una muestra
Identificados como Fundaciones, Corporaciones o Institutos se establecieron antes y después de la IGM. La Corporación Carnegie, se fundó en 1911 con fines “filantrópicos” para la paz, la educación y la libertad. La Ford, se fundó en 1936. La Rand surgió en 1946 como iniciativa de la Fuerza Aérea estadounidense y pasó a ser Corporación Rand en 1950 para fundamentar la Guerra Fría en función de los intereses geopolíticos estadounidenses; la guerra de VietNam; el desarrollo nuclear competitivo con la URSS; la carrera espacial. La Fundación Heritage se estableció en 1973 dedicada al desarrollo del pensamiento y las políticas conservadoras. El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC) de tendencia neoconservadora, fundado por William Kristol y Robert Kagan, en 1997 para cumplir con los objetivos de política exterior publicados por el Foreign Affairs. Los fundadores del PNAC están estrechamente vinculados al pensamiento neo-conservador de Leo Strauss que nutrió la política y la doctrina de la “guerra sin fin” del expresidente George W. Bush contra los países árabes y persa del “eje del mal”. Están igualmente vinculados con el régimen ucraniano desde antes, durante y después del golpe de Estado del 2014. El Instituto Hudson, fue fundado en 1961 por el estratega para las guerras Herman Kahn, quien antes trabajó para la Corporación Rand. Es un think tank para gestionar estrategias y políticas para la guerra, la defensa, relaciones internacionales, economía, energía, tecnología, cultura y derecho. Tiene su sede en Washington DC. El Instituto Hoover, adscrita a la Universidad de Stanford, se dedica a los asuntos de política exterior y seguridad nacional, con un enfoque conservador y ultra nacionalista. El Instituto Cato, es un think tank difusor del pensamiento “libertario” al que de igual manera que al neo-conservador, adhiere el presidente Trump. Entre sus tres fundadores en 1977 figura Murray Rothbard economista estadounidense de la escuela austriaca heterodoxa de Viena que propugna el individualismo y la mínima intervención estatal en la economía. Rothbard es fundador del anarcocapitalismo al que adhieren los llamados libertarios como Trump y Miley, de quienes es su principal mentor. (Puede ver mis crónicas sobre los libertarios Miley y Trump del 19-01-2025). El Instituto Cato, es otro think tank con sede en Washington, D.C. Su nombre se vincula a los ensayos libertarios llamados Cartas de Catón que se dice dieron origen a la “filosofía” de la Revolución estadounidense. Lo que debe quedar claro, es que fundaciones, corporaciones, institutos e incluso poderosas ONG, son establecidos por personajes de gran trayectoria política, no siempre “santa”, vinculados a las élites del “poder profundo” estadounidense. Éstos son los que financian y a los que dan cuenta. En mi próxima entrega, el Instituto “Estados Unidos Primero”. Es el think tank donde se escribió todo lo relacionado con la estrategia sobre “la paz” en Ucrania y la relación con Rusia y el presidente Putin. Importante para entender los “giros” trumpianos.