Triangulando el ataque contra Hamás: Catar (II)
¿Mirar de costado?
La oportuna llamada de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT), evitó que el ataque contra los negociadores de Hamas se convirtiera en un magnicidio. Uno más, de los que lleva en su haber la alianza nazi-sionista estadounidense-israelí desde octubre de 2023 a la fecha, como parte de su genocidio en Gaza. Para entender el papel que habría jugado la monarquía catarí en el ataque es preciso hacer un poco de historia.
La relación Catar-Hamas
A) Viene desde el 2007, cuando junto a Turquía la monarquía catarí respaldo a Hamás para evitar su expulsión de Gaza por la Autoridad Palestina, luego que ésta perdiera las elecciones legislativas para el control de la Franja.
B) En 2011, el gobierno de Barak Obama solicitó a Qatar brindar residencia, protección y una base para sus operaciones a la dirigencia de Hamás. Esto, con el fin de facilitar las comunicaciones estadounidenses con esta organización. Desde entonces, Catar ha sido considerado el principal apoyo financiero y aliado extranjero de Hamás. El líder de Hamás Khaled Mashal, que estaba entre los que iban a ser bombardeados en el ataque, se trasladó a Doha, desde algún lugar de Siria. Igual ocurrió con el ex-líder, Ismail Haniyeh, que residió en Doha desde 2016 hasta su asesinato en Irán en 2024, por el Mossad y agentes sionistas infiltrados. Haniyeh asistía a la proclamación de Masoud Pezeshkian actual presidente iraní, quien sucedió en el cargo a Ebrahim Raisi, que murió en un oscuro accidente aéreo.
C) En 2015, un funcionario catarí afirmó que Catar no ayuda a Hamás, sino al pueblo palestino en su conjunto. La monarquía utiliza a Hamás como intermediario local, dijo. “Tenemos que apoyarlos. No les cae bien, pero controlan el país” agregó. En efecto, Hamás asumió la autoridad de Gaza luego de las elecciones legislativas de 2006. Su oponente Al-Fatah, liderado por Mahmoud Abbas, presidente de la Asamblea Nacional Palestina (ANP), se negó a reconocer su derrota electoral. Intentó expulsar a Hamás de Gaza. Hubo un enfrentamiento por su control, y de Cisjordania, ocupada por Israel. Ocupación que sobrevino a los Acuerdos de Oslo de 1993-1995. El enfrentamiento Fatah-Hamás terminó con la victoria de Hamás. El líder de Al-Fatah y presidente de la ANP Mahmoud Abbas, destituyó al primer ministro Ismail Haniyeh y a su gobierno. Éste se negó a ceder el poder. Como resultado, se formaron dos gobiernos palestinos rivales: un gobierno de Hamás en la Franja de Gaza, liderado por Haniyeh, y un gobierno de Al-Fatah en Cisjordania ocupada por Israel. Abbas designó a Salam Fayyad como representante de Al-Fatah en Cisjordania ocupada. Huelga decir que, desde entonces, los esfuerzos por la unidad de Al-Fatah con Hamás han sido inútiles.
Intervienen Israel, EEUU y Arabia Saudí
D) En 2018 el gobierno de Israel permitió y aprobó el apoyo catarí a Hamás por conveniencia política. El gobierno sionistaisraelí veía en Hamás el pretexto para su genocidio palestino en Gaza y para la anexión de Cisjordania ocupada. Los hechos lo están corroborando.
E) EEUU argumentó siempre que las relaciones de Hamás con Catar colocaban a su monarquía en una situación incómoda. Aquí se encuentra la mayor base militar USA de Oriente Medio (OM). Se trata de la base de Al Udeid, que alberga un cuartel general avanzado del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), y a sus fuerzas militares aéreas: el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, el Comando Central de las Fuerzas Aéreas, el Comando Central Avanzado de Operaciones Especiales, el 83.º Grupo Aéreo Expedicionario de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica) y la 379º Ala Expedicionaria Aérea de la USAF. La base se fundó en 1996 y tiene una superficie aproximada de 31 Km2 y dos pistas de más de 4 mil metros. Aquí están desplegados los cazas F-15 estadounidenses. Sus instalaciones fueron financiadas por la monarquía catarí que invirtió más de ocho mil millones de dólares. En 2018, anunció una inversión de 1.800 millones de dólares para modernizarla. Tiene más de 10.000 militares entre estadounidenses y mercenarios. Es la única base militar desde donde Estados Unidos puede operar bombarderos. Desde aquí EEUU instrumentó sus ataques contra Irak, Afganistán, Siria y últimamente contra Yemen. Esta base fue objeto de ataque iraní hace tres meses, durante la “agresión de doce días” de la alianza USA-israelí a Teherán. La monarquía catarí ha insistido en señalar que la inversión en Al Udeid refleja el “esfuerzo” que realiza para demostrar su compromiso de colaboración con Estados Unidos en la continua disputa con sus vecinos Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos que son socios estratégicos de EE. UU. en Oriente Medio. El gobierno estadounidense, fiel a su doctrina del chantaje, ha dicho que, con su apoyo a Hamas, Catar “es parte del problema árabe regional”.
F) Arabia Saudita nunca vio con buenos ojos la cercanía de la monarquía catarí con Hamás; con la resistencia yemení durante la agresión saudí; con Irán con el que tiene un acuerdo sobre explotación de gas, mutuamente beneficioso. La animadversión existe pese a ser las dos únicas monarquías cuyos jerarcas adhieren al wahabismo salafita, una vertiente del islam sunita que profesan mayoritariamente sus respectivos pueblos. Y ser, conjuntamente con los Emiratos Árabes Unidos (EAU), miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (una alianza militar) que reúne a todos los Estados del Golfo Pérsico. El distanciamiento se agudizó con la “crisis catarí” (2017-2021) inducida por Arabia Saudita. Aisló a Catar del resto de países del Golfo a los que se sumaron algunos países de Asia y África. Le exigían a Catar, el cese de sus relaciones con Irán y Turquía y la clausura de Al-Jazeera, el medio informativo árabe. Las relaciones de Catar con el resto de países del Golfo no han vuelto a estar en buen pie. En cambio, se fortalecieron las tenidas con EEUU que intervino para poner fin de la crisis. Igualmente, las tenidas con Irán y Turquía que es lo que actualmente subyace al distanciamiento con sus pares del Golfo. EEUU, es quien maneja el equilibrio y los débiles hilos de las relaciones. Por esto no sorprende que la cercanía entre Arabia Saudita e Israel parta de la oposición compartida a Irán y a los movimientos de oposición política del islam sunita y chiíta. Aquí entra Hamás. Lo que ha llevado a la posibilidad de una alianza que la casa saudí considera asentarse sobre los “intereses paralelos de Arabia Saudita e Israel”. Aunque parezca “increíble”.
Aquí lo dejo por razones de extensión. Mañana: Catar, como parte del problema de la administración Trump. Las relaciones de la Organización familiar del presidente con la monarquía catarí. Los condicionamientos de por medio. El “regalito” del avión presidencial y la cena que puso punto y aparte al ataque contra Hamás. En la IV entrega: Todo sobre Israel. El tercer actor (primer victimario) en el ataque.