“A los yanquis no se les puede creer ni un ‘tantico’. Nada” (Ernesto Che Guevara-1964)

El cable de Wall Street Journal (WSJ) dice: Estados Unidos aprobó esta semana la venta a Ucrania de 3.350 misiles de gran alcance ERAM (240-450 Km) que deben llegar a Ucrania en el plazo de un mes. El “paquete” incluye otros equipos y está valorado en 850 millones de dólares financiado en su mayor parte por países europeos.

Digo yo: Mientras de boca para fuera, Trump, habla de “acuerdos” y de “paz” y se da un “plazo de dos semanas” para una decisión “final”, en los hechos activa los negocios que impone el poder bélico “profundo”. Y es que, a Trump, sólo le importan sus propios negocios y los de quienes lo sostienen en el poder. De una u otra forma, asegura dividendos.

Lo que el mercader pontifica como “acuerdo” y “paz” nada tiene que ver con lo que realmente implican estos dos conceptos. No se trata del futuro de Ucrania y mucho menos de su población. Se trata de seguir manejando un “estado fallido” que EEUU y sus vasallos europeos utilizan como “frontera avanzada” frente a Rusia, a China y ante cualquier intento de articulación de un orden multipolar (Carmen Parejo Rondón). Esto es, un territorio desde donde EEUU y sus vasallos europeos instrumentalizan e instrumentan todo tipo de operaciones militares, de inteligencia y de “seguridad” -fuera de sus propios territorios- para pretender desmembrar la integridad de la Federación Rusa y de la República Popular China. “Acuerdos y paz” son tácticas de una misma estrategia para proyectar la fuerza y el poder occidental (vía OTAN) frente al riesgo que significan aquellas dos naciones y el BRICS como un bloque de Estados independientes frente a la hegemonía del dólar y al retorno del hegemón imperial USA y su tiranía económica, política e ideológica sobre la humanidad.