Trump: El de siempre (III)
“Aranceles”: ¿Por qué y para qué?
Con la imposición de aranceles a todos los países del mundo, en tasas diferenciadas, Trump pretende reemplazar en Estados Unidos un modelo de tributación basado en los ingresos (o renta) a otro basado en el consumo, mediante aranceles aplicados a su comercio de importación. Los impuestos que recaen sobre las personas y empresas por las rentas o ingresos que perciben recaerán, ahora, sobre los bienes importados a través de aranceles. El tipo que Trump ha elegido es el arancel ad-valorem que es un impuesto que se aplica a las mercancías que EEUU importa. El “razonamiento” está fuera de la historia, la realidad y la ciencia. Lo que importa es influir en las cadenas de suministro mundiales, aumentar los ingresos estadounidenses y, sobre todo, conseguir concesiones de los países que se sometan. Todo, para beneficio de los propios intereses económico-financieros de la “Organización Trump, del lobby judeo-sionista al que se debe y, de los grandes ricos estadounidenses. Manteniendo el engaño a sus electores, mientras se consolida el nuevo modelo de economía capitalista que Trump pretendería imponer: “Mercantilista monetarista” para unos; “Cripto-monetarista” para otros; “Anarco capitalista” para algunos. De cualquier forma, una economía en la que, monopolios privados ejercen poder y control sobre los ciudadanos. En este sentido, si bien el modelo arancelario trumpiano pierde de vista la relación existente entre economía y comercio; impuestos e ingresos; consumo y precios, sus expertos insisten en entender el déficit comercial estadounidense como un desequilibrio entre lo que se compra y se vende. Y, más: sostener que este desequilibrio se resuelve vía aranceles.
Déficit: ¿Dónde encontrar su explicación?
Lo que los entendidos dicen es que el déficit comercial estadounidense encontraría su por qué en la evolución de su estructura productiva en las últimas décadas. Estados Unidos no es más una potencia manufacturera y no volverá a serlo por más aranceles que se apliquen. La hegemonía la tiene China y detrás de ésta va India. Estados Unidos es una economía en la que las industrias de servicios representan la mayor parte de su producto interno bruto (PIB) . Es el principal productor industrial de servicios. Rubro en el que tiene el mayor superávit del mundo. Pero, ya nada o casi nada, tiene que ver con las industrias manufactureras. Por ejemplo, el 95% de la producción de calzado la importa de China. Y lo seguirá haciendo. No hay que olvidar que Estados Unidos viene aplicando aranceles a sus importaciones de China desde el primer mandato de Trump.
Aranceles: comercio y precios
Los aranceles pueden encarecer los bienes importados y, de hecho, lo están haciendo. Esto tiene que ver con el comercio interno e internacional; con los precios y el consumo. Se afirma que los aranceles, desde abril de 2025, están afectando, desproporcionadamente, los precios de zapatos y zapatillas deportivos, de ropa y otros textiles que EEUU importa de China. Los consumidores ya se enfrentan a precios un 15 % más altos para el calzado y un 14 % más altos para la ropa. Se prevé que se incrementen aún más. La razón es muy sencilla: Si un par de zapatillas deportivas importado tiene un valor de US$ 24 y se le aplica un arancel “ad valorem” del 30%, el importador deberá pagar un arancel de US$ 7.2. La zapatilla costará US$ 31 en lugar de US$ 24. Al consumidor le quedan las siguientes posibilidades: Pagar el nuevo precio si cuenta con ingresos suficientes; o, buscar un sustituto más barato, si acaso lo encuentra, si sus ingresos son sólo los necesarios. Postergar su compra por un sustituto nacional, no es una alternativa válida porque éste no podrá ser competitivo habida cuenta los aranceles afectan por igual el costo de los insumos para producirlo y la espera puede tardar años. Entender quién acabará pagando los costos más elevados significa comprender cómo funcionan las cadenas de fabricación, comercio y suministro y, cómo se acumulan los costos a lo largo de cada paso del complejo proceso de producción, distribución, entrega y venta. El incremento de los precios afecta a todo lo que EEUU importa de los países a los que ha aplicado aranceles en tasas diferenciadas. Incluye los bienes e insumos del llamado “comercio minorista” a cargo de las grandes cadenas comerciales estadounidenses como “Wallmart”, por ejemplo, que ha decidido “incrementar sus precios debido a los estrechos márgenes de beneficio que dejan los aranceles impuestos”. Trump le ha salido al frente diciendo que “Walmart y China deberían absorber el costo de los aranceles y no cobrárselo a sus valiosos clientes”.
Cómo se hizo el cálculo de los aranceles trumpianos
La fórmula que se utilizó para hacer los cálculos consistió en tomar el déficit comercial de bienes de EE.UU. con un país concreto y dividirlo por el total de importaciones de bienes de ese país. La cifra resultante sería el arancel final. Trump ordenó que se dividiera entre dos porque quería ser “amable”. Tomaré como ejemplo el mostrado por la BBC-News Mundo el 03 de abril 2025. Estados Unidos le compra a China más productos de los que le vende. Tiene un déficit de US$295.000 millones. Esta cifra se divide entre el total de bienes que le compra a China que es de US$440.000 millones. El resultado es 67%, que se divide entre dos y se redondea. Resultado: el arancel impuesto a China es del 34%. El mismo cálculo se hizo para la Unión Europea y el resultado fue un arancel del 20%. Para los países del Sudeste Asiático, África, Oriente Medio (considerados los "peores infractores") la tasa va entre 30 y 46% lo que deja entrever que no sólo se trata de enfrentar a China sino, también, de amedrentar a los países que comercian con ésta y cuentan con sus inversiones e influencia política. Los países de América latina han sido afectados con una tasa del 10% excepto Nicaragua, con 18%, y Venezuela, con 15%. El resto, con el 10% incluyendo a sus ex -socios de la Unión Europea (UE), que estén dispuestos a “negociar” en los 90 días de plazo que Trump les ha fijado como tope. De no hacerlo, pagarán el arancel que se les impuso en abril 2025. James Surowiecki, periodista estadounidense especializado en economía, dijo en una nota de la BBC News Mundo: “No puedo creer que dijeran simplemente dividiremos el déficit comercial por las importaciones y le diremos a la gente que esa es la tasa arancelaria. Luego decidieron fijar los aranceles reduciendo a la mitad esa tasa totalmente inventada. Esto es estúpido y tramposo". Continuará.