Petro, otra vez. Pero, ahora…
Cual diletante de la política, el actual administrador de la narco-colonia USA en territorio colombiano, aseveró -a su llegada a China en visita oficial representando a la CELAC- que: “América Latina podría convertirse en el corazón del mundo social, política y económicamente. Esto gracias a la posición geoestratégica de Colombia en la región, a su conexión interoceánica con Panamá, a sus relaciones comerciales con otras naciones”. Colombia dijo, “puede jugar un papel aún más central porque, debido a su posición geográfica puede cruzar las líneas del comercio mundial hacia el norte, el este y el oeste". Su salida al Caribe y el Pacífico permitiría "tener las fibras ópticas para todo el mundo y comerciar de manera plural, con la finalidad de construir una humanidad dentro del mundo. Condición para la paz, el desarrollo de la ciencia y de la posibilidad de decir ‘ad astra’ (hasta las estrellas)". En su condición de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Petro aseveró que tras el encuentro de la Celac-China, vendrá el de la Celac-Europa en noviembre del presente año en la ciudad de colombiana de Santa Marta. Adelantó que ha solicitado al Gobierno estadounidense que se haga una cumbre de la Celac con ese país. “Colombia no debe mirar a un solo lado" sentenció. Destacó que "las relaciones que su país establece con cualquier pueblo del mundo deben darse en condiciones de libertad e igualdad".
Fuera de la historia y de la realidad
No es la primera vez que Petro dice cosas que ridiculizan la política en tanto se trata de un personaje público; pretendiendo escarnecer el conocimiento y entendimiento que se tiene sobre la realidad colombiana. Realidad que se ajusta geográfica y estratégicamente a lo que dice. No por otra razón Estados Unidos la eligió para la instalación de sus Siete Bases Militares y no sé cuántos centros de operaciones especiales desde donde, el Comando Sur, controla hasta el suspiro de los habitantes de América latina y el Caribe; manipula gobiernos y fuerzas armadas e impone el estilo de “gobernanza” made in USA. Realidad donde, por encima de su presidente opera el mandato del “Plan Colombia” -misma serie que va por su tercera temporada-. Realidad que, efectivamente “cruza las líneas” -no del comercio mundial- sino del narcotráfico hacia el norte, este y oeste saliendo por el Caribe, el Pacífico y el espacio. Rutas que, igualmente le han permitido a Colombia exportar mercenarios a los escenarios en los cuales Estados Unidos mantiene sus “guerras sin fin”. No me sorprenden sus declaraciones. Pero, esta vez, su altisonancia compromete a América latina y el Caribe dada su condición de “presidente pro tempore de la Celac”. Pretender sustraerse a la realidad y a la historia no dice nada claro de quien lo intenta. Si Colombia tiene diferencias con EEUU a raíz de las imposiciones arancelarias del empresario Trump es responsabilidad de su gobernante asumirlas y enfrentarlas con dignidad y entereza al lado de su pueblo o, arrodillarse, como Mulino en Panamá. Lo primero es difícil para alguien que hasta hoy no ha dicho -y menos propuesto-algo en contra de la invasión estadounidense de su territorio. Preferible, soslayar entreguismos al hegemón imperialista en decadencia en nombre de “las relaciones con cualquier pueblo del mundo en condiciones de libertad e igualdad". La multipolaridad (varios polos) no puede confundirse con la multilateralidad que vende la dupla siniestra FMI-BM y que equivale a “todos para un solo lado”: el del norte estadounidense. Esto es lo que subyace a la insinuación de Petro de convocar a una cumbre de la Celac con EEUU. En el tiempo que vivimos y frente al desorden mundial que empuja Trump para favorecer sus inversiones, su poder familiar y el del lobby judeo-sionista que lo orienta y secunda, no caben concesiones de ningún tipo. La hora presente demanda decisiones claras y acordes con los poderes que definen el futuro de las nuevas generaciones. Asumirlas es un imperativo ineludible. No todos creemos que el comercio y los negocios van por un lado y la política por otro. Todo converge en poder. Incluso tratándose de hegemonías en declive como la estadounidense y la europeísta. De éstas es de las que más hay que cuidarse o evitarlas. Porque de lo que se trata es de la paz o la guerra. No todos en la Celac tienen clara esta diferencia o no la entienden. La mayoría, imbuidos en la corrupción, las prebendas y sus mezquinos intereses prefieren darse por no enterados o simplemente ignoran su significado. Cuenta lo mismo para los “izquierdistas”. Los ismos e istas son una deformación del adjetivo del que derivan. En su discurso de hoy martes 13 el “izquierdista” Petro sumó a las declaraciones que comento, un agregado de dislates sobre civilizaciones, descarbonización, culturas, fibra óptica, interoceanidad y otras que supongo “carbonizó” el cerebro de sus oyentes. Algo que es propio de su diletantismo. Las ideologías no oscurecen señor Petro; lo que oscurece son las deformaciones ideológicas y su manejo a-histórico. Su discurso fue, un disparate ideológico.