Trump: El de siempre (I)
La prensa, en sus diferentes formas y estilos, da cuenta todos los días y a todas horas, de las “hazañas” del héroe mediático de turno que ocupa la Casa Blanca. [Por fuera, ciertamente; porque por dentro es tan o más negra que los negociados y componendas que oculta]. Aquí me ocuparé del Trump de siempre: Empresario, publicista y financista. Lo haré, a partir de extractos de publicaciones de periodistas investigadores y de especialistas interesados en la trayectoria presidencial de Trump y en su biografía personal; así como en los temas a los que haré referencia. Aludiré al antes de ser presidente, sólo cuando lo requiera. Y es que Trump acredita un historial que se remonta a los 70’ cuando al lado de su padre inició su vertiginosa carrera de riqueza y de poder. Tenía pensado escribir estas crónicas cuando Trump anunció convertir, la destruida Gaza por el sionismo israelí, en la “Riviera de Oriente” con el nombre de “Gaza Trump”. Mi intención se fue postergando hasta estos días en que el presidente estadounidense se encuentra en Oriente Medio para actualizar sus inversiones en los tres lugares de su visita: Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Omán. Sobre esto me ocuparé en una crónica aparte. Ahora pondré atención en Trump presidente actual.
¿Lobo “alfa”?
Trump asume su segundo mandato no como el advenedizo inversionista de torres y casinos a quien el Grand Old Party (GOP), en junio del 2015, miró de reojo sin tomarlo en serio. Abundaba en favor del desdeño su discurso incoherente, furibundo, misógino y racista. Discurso que rompía convenciones y líneas rojas de la política republicana y cuestionaba los dogmas conservadores. Lo que el GOP (hoy convertido en el “ejército de Dios”) pasó por alto fue que ese advenedizo, a quién desde el lado demócrata, Obama llamó “lunático”, era el mismo que sostenía que “el arte del trato” consiste en amenazar; en sacar ventaja; siempre, desde una posición de fuerza tal cual el lobo “alfa” frente a su presa; en crear incertidumbre dando la sensación de que se está un poco loco lanzando amenazas y proclamando victorias sin mayor sustento real, dejando de lado los problemas conexos o subyacentes. Todo esto es importante para que la contraparte se sienta es desventaja y se ponga a la defensiva. Siempre hay que adoptar una posición extrema; cuanto más, cuando se quiere conseguir más de lo que se quiere o más de lo que el otro estaría dispuesto a dar . Para quienes siguen el ritmo del acontecer político interno y externo del hegemón USA en decadencia, les será fácil contrastar el “pensamiento” trumpiano con sus “ordenes ejecutivas” desde el día de su proclamación. De más de un centenar de éstas no existe evidencia alguna sobre su efectividad o sus logros más allá de lo que la tiranía mediática nos trae como noticias. No las repasaré por no ser ésta mi intención. Pero, tal vez quepa hacer referencia a algunas de esas “órdenes” para ver cómo funciona ese “pensamiento” y como su mentor resulta siempre “ganador”.
UNO: “Deportaciones” previstas en un millón para el primer año de su mandato ya han tenido, no sólo varios acomodos, (como el de la deportación voluntaria o la obligada por cuenta y riesgo del deportado), sino también retrocesos habida cuenta el costo para efectivizarlas. Y han derivado en una seria amenaza, incluso para los propios estadounidenses que ahora lo piensan dos veces antes de emprender un viaje de negocios o de placer por temor a lo que pueda ocurrir tanto a la salida como al retorno. El pánico de terminar en las mega cárceles de El Salvador o en la base militar de Guantánamo que Estados Unidos mantiene en Cuba violando su territorialidad, cunde no sólo para los ilegales sino también para quienes no lo son. Las “deportaciones” se han convertido en arrestos violentos contra hombres, mujeres, adolescentes y niños a cargo de las fuerzas represivas del llamado Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que todos temen. No importa, Trump gana.
DOS: “Aranceles”. Quiso poner de rodillas a China que es hoy la primera potencia comercial en el planeta y terminó diciendo que bajará del 145% a un 80% porque Xi Jinpin está sufriendo. Y lo que ha ocurrido es que China ha convertido los aranceles en una oportunidad para expandir su economía y consolidar los avances de la Nueva Ruta de la Seda. Las exportaciones chinas a Estados Unidos cayeron un 21% en abril, pero las exportaciones totales chinas aumentaron. China amplió la venta de sus productos a viejos y nuevos compradores. En tanto, la amenaza de una recesión en Estados Unidos estaría cada vez más próxima. Pero, igual: Trump se proclama ganador.
TRES: Terminar con las “guerras sin fin” que su antecesor George W. Bush impuso como “doctrina” para reordenar Oriente Medio, fragmentar Rusia y cercar a China. Se han ido acomodando en el camino. Israel quiere Gaza para sus colonos y exterminar a los palestinos por hambre y sed en un inmenso campo de concentración mientras invade Líbano, fragmenta Siria, amenaza a Irán y enfrenta a los hutíes de Yemen y a la resistencia de Hamás. Ahora solo, después del “Acuerdo de Omán” entre EEUU y Yemen. Lo que no quiere decir que EEUU deje de brindarle todo el apoyo logístico, de inteligencia y armamento pesado a los sionistas israelíes para continuar con sus genocidios. Apoyo que es mucho más efectivo que el brindado por Biden durante su mandato. En Ucrania, cuya guerra con Rusia dijo acabar en 24 horas, ha terminado con la amenaza de retirar a EEUU como intermediario en las negociaciones dejando a que Zelensky se las arregle con la Unión Europea sin dejar sus ataques terroristas contra infraestructura, instalaciones y población civil en territorio ruso con armamento, inteligencia y logística USA. A cambio, Trump ha asegurado la entrega, ad infinitum, del territorio ucraniano y de sus riquezas mineras, energéticas y de tierras raras. Otra vez, la mentalidad empresarial sirviéndose de la política hace de Trump, el ganador.
CUATRO: En cuanto a sus “compras” y anexiones de estados y territorios: no le va bien, pero… Groenlandia ha dicho que no está en venta, pero la fuerza imperial puede imponerse. Panamá está de rodillas, como era de esperarse. Canadá se puso fuerte en la voz de su primer ministro, pero soplan vientos separatistas en la provincia de Alberta donde la ministro Danielle Smith ha dicho que convocará a un referéndum sobre la separación de Canadá en 2026. Esto allanaría los deseos trumpistas dadas las simpatías de Smith por Estados Unidos y su presidente. Trump es el ganador. ¡Qué duda cabe! Aquí lo dejo, hasta la próxima entrega.