Miley, su mentor y su consejero de “cuatro patas”
“Los libertarios” (I)
Murray Rothbard economista estadounidense de la Escuela Austríaca es el principal mentor del ponerogénico presidente libertario de Argentina. Su nombre (Murray) lleva uno de sus perros del que dice recibir los consejos libertarios para lo que debe hacer o descartar. Tanto en economía, política y religión. “Cada quien se especializa en lo que es peor”, decía Rothbard. Frase que le calza perfectamente a Miley que dice ser economista siendo apenas un paporretero de los contrabandos conservadores de su mentor. Contrabandos provenientes de la llamada “vieja derecha” (una “hoja desprendida” del conservadurismo estadounidense) que Rothbard reunió y bautizó como “anarcocapitalismo” o “libertarianismo radical”. Volviendo a la frase, diré que ésta le calza, también, al propio Rothbard. Pues éste, aparte de creer que “los padres no tienen por qué asumir la responsabilidad de alimentar, proteger, vestir y educar a sus hijos sin importarles si mueren” tenía, como “lo peor”, su incoherencia ideológica. Cosa que lo define, como un “anarco”, cuando no, como un tránsfuga. Judío de nacimiento, mantuvo vínculos con sectas antisemitas y negacionistas. Tenía una personalidad controversial e inestable. Durante su marginal vida académica, debido a su escasa autonomía conceptual e ideológica y a su voluble personalidad, nunca pudo mantener una relación de principios y mucho menos de lealtad con las amistades que le brindaron su apoyo para que pudiera sobrevivir cuando se le acabo la beca que le permitió a él, y a su esposa, vivir sin trabajar durante más de 15 años. Estas peculiaridades hacen de Rothbard no sólo un referente “académico” para Milei sino, también, un patrón de vida y de inconsecuencia.
Lo que Miley paporretea. El Instituto Cato
Aquí me limitaré a puntualizar algunos de los “aportes” rothbardianos que Milei paporretea cual “rollo” de nuevo testamento cada vez que abre la boca. Antes, debo decir que estos “aportes” han sido y siguen siendo difundidos por el llamado “Instituto Cato” de los Estados Unidos que Rothbard y sus socios -Edward Harrison Crane y Charles de Ganahl Koch- fundaron en 1977. Koch es el socio patrocinador gracias a su enorme fortuna personal. Fue considerado como el 23° hombre más rico del mundo en 2024. Rothbard se enemistó con uno y otro y terminó siendo expulsado de la institución. El “Instituto Cato” reúne a lo más granjeado de la ortodoxia libertaria y de la ultraderecha estadounidense y está considerado como uno de los mejores think tank conservadores del mundo.
Los “aportes” rothbardianos
1) Todos los servicios que provee el sistema monopólico del Estado corporativo pueden y deben ser provistos de manera más eficiente por el sector privado. 2) Hay que desterrar la Reserva Federal y los Bancos de Reserva; la Seguridad Social y todas las leyes referidas a la atención médica asequible, las agencias y programas gubernamentales. 3) Hay que acabar con las ideas que promueven los igualitarismos, así como los movimientos de derechos civiles y toda política orientada a promover los derechos sociales y el estado de bienestar. Para Rothbard, como para su paporretero Milei, los derechos sociales no derivan de la naturaleza humana; son arbitrariamente establecidos por políticos y juristas e implican coerción sobre otros para ser financiados. Lo que se subsidia, dice Rothbard, incentiva el interés en practicarlo en lugar de disminuir el desinterés en dejar de hacerlo. 4) Hay que oponerse al voto y al activismo de las mujeres. 5) Si bien Rothbard se oponía a cualquier forma de intervencionismo militar, político y económico, hay que precisar que su oposición sólo cuenta mientras los intereses estadounidenses no estén en juego; sufran amenaza o comprometan la de sus vasallos claves en su geoestrategia para la hegemonía global. Caso de Israel, en Oriente Medio o, del Reino Unido, en Europa Occidental. Los llamados “libertarios” se identifican, todos, por su recalcitrante adhesión al intervencionismo de la alianza nazi-sionista euro-estadounidense-israelí en cualquier parte del planeta e incluso desde el espacio. 6) Para Rothbard todo socialismo es, monstruosamente impositivo y aborrecible como lo es todo Estado. Éste, dicen los libertarios, es coercitivo y predatorio por naturaleza. Coercitivo porque utiliza la presión o la fuerza para imponer al ciudadano común a hacer algo, impidiéndole hacer lo que desee con su propiedad o sus intereses. Obligando a que dos personas hagan algo para beneficiar a un tercero protegido por el Estado. Predatorio, porque nace de la conquista de un territorio con sus habitantes por parte de una minoría guerrera que logra instalarse imponiendo un dominio directo; cobrando tributos a cambio de protección y seguridad; legitimándose a través de la religión; logrando ser considerado como imprescindible para la convivencia. El Estado dice Rothbard, no es más que una mafia o un conjunto de bandidos protegidos por ideologías que le dan legitimidad. Rothbard, siendo judío europeo, estaba describiendo exactamente lo que es el Estado judío-sionista de Israel establecido por la mafia judía de la ONU en 1948 en el territorio usurpado de Palestina. 7) Fiel a su revisionismo, Rothbard promovía la idea del negacionismo histórico por el que no sólo hay que hacer una inversión de los juicios morales, sino negar y abolir todo registro histórico de hechos, acontecimientos y actores políticos desconfiando al mismo tiempo de los documentos o registros genuinos que den cuenta de los mismos. Milei lo ha llevado a la práctica al negar todo lo acontecido durante la dictadura militar de Videla y Cia. contando con el apoyo de la Embajada USA, la CIA, el departamento de Estado y el Pentágono estadounidenses. “Se debe hacer una investigación histórica legítima” dice, como su mentor. Lo que pretende es exculpar a los asesinos y genocidas del Plan Condor que operó no sólo en Argentina sino en toda América latina. 8) Suscribiendo una cerrada defensa del derecho natural, Rothbard, como repite Milei, proclama la necesidad de una sociedad sin Estado coordinada y puesta en función por el mercado y una red de instituciones regidas por los intereses del capital. 9) Rothbard, siguiendo las proclamas de los libertarios individualistas, tras su ruptura con los anarquistas de izquierda, sostiene que debe ser la plena propiedad privada la única institución que defina y ordene los deberes y obligaciones sociales. En este sentido, son las instituciones de mercado las que deben asumir las funciones y responsabilidades que ahora son desempeñadas por el Estado. Entre éstas, la educación. Esta es una prioridad, dicen, para acabar con el adoctrinamiento en favor de las castas gobernantes. La educación debe ser privatizada radicalmente incluyendo planes, programas, textos y las propias instituciones de enseñanza que no son otra cosa que cárceles que encierran los verdaderos aprendizajes. 10) En cuanto a seguridad justicia y medio ambiente, Rothbard propone la desaparición de ejércitos y policías por agencias privadas con agentes privados (mismos sicarios). Defiende la libre tenencia de armas. La restitución a la víctima del daño hecho por el victimario. En la protección del medio ambiente rechaza toda injerencia pública proclamando que son los mecanismos del mercado los únicos capaces de garantizar su conservación impoluta. 11) Sobre la libertad, Rothbard como su papagayo Miley, dice que la filosofía libertaria no establece pauta alguna de conducta. Lo que prima es la libertad que cada quien practique y el tipo de vida que desee. Los libertarios libertinos como los libertarios burgueses tienen en común su rechazo incondicional a las imposiciones estatales sobre formas de vida y de comportamiento. 12) Los libertarios, dice Rothbard, no tienen una posición definida sobre la religión y los aspectos espirituales que implica. No están a favor ni en contra de algunos de éstos. Eso le corresponde determinar a cada quien. El estado o la iglesia no tienen, ni deben tener, legitimidad alguna para imponer sus visiones sobre la vida religiosa y espiritual de los individuos. 13) En política exterior, Rothbard recomienda el aislacionismo. Antes de adherir a modelos teóricos abstractos sobre acuerdos, convenciones, tratados, se debe influir en la vida política de los países y continentes pensando siempre en clave estadounidense. Con seguridad Trump es quien mejor expresa este acertijo rothbardiano. Milei, se ha reducido al uso de un borrascoso lenguaje. Obviamente, Argentina no es Estados Unidos.
Esta crónica ha sido tomada de mi libro Geopolítica Tres (2020-2024), próximo a publicarse.