La semana anterior estuvo plena de noticias para América latina. Algunas vitales y otras mortales. Las primeras advierten que en el llamado “patio trasero” de los Estados Unidos se abren grietas cada vez más difíciles de cerrar. A la heroica Cuba, a Venezuela y Nicaragua se sumó Honduras en procura de su autonomía. Xiomara Castro, su presidenta estuvo en China para apuntalar el desarrollo de su país junto al gigante asiático. Durante su visita, la presidenta hondureña firmó el documento de adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS -formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- ante la presidenta de esta institución, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff.

"Honduras tiene una fuerte deuda que se adquirió a altos niveles de interés, por lo que el país está en búsqueda de oportunidades de financiamiento a mejores costos y mayor plazo, que permitan desarrollar programas en energías y otros", expresó la presidenta del país centroamericano que, hasta su asunción como jefa de su gobierno, era aliado incondicional y servil de Estados Unidos. Cierto es que aún este país mantiene en su territorio la Base Aérea Soto Cano bajo el mando del Comando Sur. Esto le asegura a EEUU la sumisión de los militares hondureños. Tal como ocurre en diferentes latitudes donde las Fuerzas Armadas deben obediencia y sumisión ciega a los Comandos Integrados estadounidenses repartidos por todo el mundo. La Base Aérea Soto Cano con más de 40 años es la más antigua del Pentágono estadounidense. Alberga tres unidades asociadas a la Fuerza de Tarea Conjunta compuesta por más de 500 militares y más de 600 civiles estadounidenses y hondureños.

Por su parte los presidentes de Venezuela, Nicaragua y Cuba firmaron más de 35 acuerdos de cooperación con la República Islámica de Irán en rubros que han sufrido el embate de los bloqueos y las sanciones del “hegemón” yanqui en decadencia y la mayor vulnerabilidad durante la “pandemia” “descarrilada” por la alianza anglosajona que controla el Foro de Davos: salud, sanidad, educación, ciencia, tecnología, energía, medio ambiente. Los acuerdos fueron firmados durante la visita del presidente iraní Ebrahim Raisi y de la primera dama de ese país Jamileh Alamolhoda. Se hicieron en el marco de la solidaridad y el respeto mutuo entre naciones soberanas que, a decir del presidente Raisi, comparten una misma historia de resistencia y triunfo contra Estados Unidos y el colonialismo europeo y lo seguirán haciendo.

La visita del presidente Raisi

Irán ha sentado un precedente histórico no sólo por los acuerdos firmados con Venezuela, Nicaragua y Cuba. Se trata de un hecho que pone de manifiesto el declive de la hegemonía estadounidense sobre el sub-continente latinoamericano y la emergencia de un concepto y una realidad que se identifican con el “multilateralismo” que lideran en el mundo Rusia, China, Irán. Como dijera el presidente Putin en el 26 avo Foro Internacional de San Petersburgo, que acaba de concluir con la participación de representantes de más de 100 países: “el sistema colonial declina mientras el multilateralismo se fortalece”. Y esta es una tendencia irreversible. En el caso de América latina y el Caribe, aún queda mucho por avanzar hasta la liberación de la Patria Grande que pensaron e impulsaron Bolívar, Martí, Sandino. Pero el camino ha sido encontrado de nuevo y, esta vez, no hay retroceso posible. Al menos para los pueblos que están haciendo de su tiempo libertad y soberanía. Los que aún persisten en pertenecer a la democracia de la decrepitud son cómplices del chantaje y de la corrupción con que Estados Unidos les impone obsecuencia e incondicionalidad.

China y Rusia bajo los liderazgos del presidente Xi Jinpin y Vladimir Putin, respectivamente, y ahora Irán, continúan agrietando el llamado “patio trasero” estadounidense. Grietas que abren el camino de continuidad de la “ruta de la seda” en esta parte del mundo. Esto preocupa, sobremanera, tanto a los neoconservadores de la actual administración yanqui como a sus altos mandos militares que temen por la supremacía de su poder.

La “contraofensiva” euro-estadounidense 

La presencia de China, Rusia e Irán, preocupa también a los fantoches de esa entelequia autodenominada Unión Europea. Cada día más al borde del precipicio al que los empujó Estados Unidos so pretexto del apoyo a los nazi-sionistas de Kiev, los “atlantistas” europeos se apresuran a tender puentes con América latina en busca de salvavidas. Para este efecto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha visitado Brasil, Argentina, Chile y México. España, por su parte, hace lo propio. Pretende olvidar que la historia no se detiene y mucho menos retrocede. Al menos para los pueblos erguidos sobre la dignidad que les otorga su pasado de resistencia al vasallaje colonial judeo-cristiano.

El objetivo oficial de la señora von der Leyen es “reforzar” las relaciones con los socios clave de la región como parte de una estrategia orientada a reconquistar América latina. "Europa está de vuelta" ha dicho, sintetizando este propósito. Y en este afán, los europeos no se distancian en nada del propósito de Estados Unidos que es “reconquistar” su influencia venida a menos en lo que va del siglo 21. Recuérdese al respecto lo que hace poco dijo Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos: "tenemos que empezar nuestro juego". Y el juego consiste en reforzar la presencia militar en el área. Caso Perú por ejemplo, y en generar o regenerar los “golpes blandos” para derrocar gobiernos como el de Brasil. Y es que el presidente Lula de este país no es de los que estén dispuestos a comulgar de nuevo con la misma hostia envenenada de los traficantes de esclavos ni a sumarse al autoritarismo y el terrorismo de las doctrinas USA. Pero no faltan los falsos líderes como Boric de Chile que haciendo gala de su imaginaria filiación europeísta abrió las puertas de su país a la inversión europea para la explotación y la exportación de “hidrógeno verde” proveniente de las aguas de Chile para solucionarle el problema de su contaminación ambiental a los neocolonialistas europeos. De igual manera actuó Petro, el de Colombia, quien para no quedarse atrás se embarcó presuroso rumbo a Inglaterra a ofrecer el “hidrógeno verde” que les pertenece a los colombianos. No cabe duda. Mientras unos abren grietas otros se esfuerzan por taparlas. Inútil propósito de los advenedizos que, autodefiniéndose como izquierdistas, actúan políticamente evocando el más recalcitrante entreguismo de los vende patria.