El régimen de Kiev no sólo ha eliminado la posibilidad física de suministros de amoníaco a los mercados mundiales, sino que ha asestado un golpe mortal a los esfuerzos de la Federación Rusa en la lucha contra las amenazas del hambre y las necesidades de los países más necesitados de Asia, África, América Latina. 

Ucrania voló el conducto que transportaba más de dos millones de toneladas de amoniaco al año para producir fertilizantes suficientes para asegurar la agricultura y la alimentación de millones de personas. Sobre esto la prensa occidental controlada por la trilogía de las poderosas agencias de noticias en el mundo (AP, France Press y Reuter) no dicen nada. La hermandad occidental controlada y chantajeada por EEUU en la ONU, mucho menos.

Reparar el conducto Toliatti-Odesa tras el sabotaje ucraniano tomará varios meses. El sabotaje, repite la hazaña de los defensores de la democracia dirigidos por Estados Unidos que, en septiembre del año pasado. volaron el gasoducto Nord Stream para asegurar que ese país controle el mercado del gas hacia Europa y el resto del mundo.

Un sabotaje largamente anunciado

El comediante que funge de presidente de Ucrania acusó a Rusia de haber perpetrado los ataque al conducto que transportaba el amoniaco necesario para la producción de fertilizantes y la represa e hidroeléctrica de Kajovka.

El gobierno turco dijo que se constituyera una comisión internacional especial de expertos para realizar la investigación pertinente y deslindar responsabilidades. La propuesta fue adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU. 

¿Sabe usted lo que dijo Kiev a través de su ministro de Exteriores Dmitri Kuleba? “Tratar de endilgarle a Ucrania que hizo volar algo allí… Descansen, queridos". Ucrania se niega a investigación alguna. No en vano sus mercenarios trataron de atacar la represa y provocar el desembalse del rio Dnieper desde hace más de un año. Rusia hizo las consiguientes denuncias ante el Secretario General de la ONU que nunca fueron escuchadas.

Rusia la más perjudicada

La represa le pertenece a Rusia y fue construida en tiempos de la Unión Soviética. Alimenta de agua a la península de Crimea por más de 240 años y en Crimea se encuentra la Flota rusa del Mar Negro. De modo que a quien más perjudica la voladura es a Rusia. Más claro ni el agua.

Al respecto, entendidos han señalado que "Ucrania controla la cantidad de agua que fluye hacia el embalse de Kajovka a través de otras presas y embalses río arriba. Al mantener abiertas al máximo las compuertas de la central de Dniéper, los ucranianos se aseguraron de provocar el mayor daño posible por las inundaciones después de destruir la represa de Kajovka”.

Un servicio de satélite francés que mide los niveles de agua en lagos y embalses mostró que Ucrania elevó artificialmente el nivel del agua en la represa de Kajovka hasta la cota más alta en 8 años, justo antes de su destrucción.

Con razón el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano, Alexéi Danílov, dijo que “con la destrucción de la hidroeléctrica el suministro de agua a Crimea desparecerá durante al menos 10 años".