Los representantes de las neocolonias USA reunidos por la OEA en Lima se aprestan a defender la democracia del modelo neoconservador en cada uno de sus países.

Para Leo Strauss y sus seguidores agrupados en el neoconservadurismo estadounidense del que Blinken es militante destacado, el orden ideal universal es la democracia occidental fundada sobre presupuestos liberales con apariencia republicana; el manejo de las libertades individuales y el control institucional del poder.

Para los neoconservadores straussianos la democracia occidental se sustenta en una revelación divina (Destino Manifiesto). Tienen como ideal proyectarla como un modo de vida universal. Por esto se definen como “imperialistas democráticos”. La democracia que pretenden imponer es un modelo de ejercicio restrictivo de la ciudadanía. El pueblo para los neoconservadores, como Blinken, necesita de una profunda “educación cívica” para poder pasar de una cultura de masas hacia un modelo democrático.

“Tony” Blinken es un neoconservador straussiano y uno de los enemigos declarados de los pueblos del mundo. Los neoconservadores de fines de los 90 y en lo que va del 2000 empezaron a operar y a enquistarse en la alta administración de demócratas y republicanos a través de think tanks como la Rand Corporation, la American Enterprise Institute y el Project for the New American Century y manejando, originalmente, medios de información y comunicación como Comentary, el The Weekly Standard, The Public Interest entre otros. Hoy controlan la prensa, radio, TV, internet y redes sociales.

Los “soldados” de esta segunda ola del neoconservadurismo estadounidense manejan las relaciones internacionales tal cual fueron definidas, tras el fin de la IGM, por el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva (CFR). Estos “soldados” son, entre otros Richard Perle. Irving Kristol, Robert Kagan, Paul Wolfowitz, Eliot Cohen, Elliott Abrams. Todos ellos empujaron la fragmentación de Yugoeslavia; la invasión de Afganistán; la destrucción de Irán (“hasta devolverlo a la edad de piedra”), la crisis del Libano; la limpieza étnica de palestinos; la invasión de Libia y de Siria; el golpe de Estado en Ucrania en 2014; la guerra OTAN-USA contra Rusia. Son los mentores de la llamada “guerra sin fin” de los dos Bush, de Obama, de Trump, de Biden. Muy pocos de estos fueron discípulos directos de Leo Strauss pero sí fervientes seguidores de su “filosofía política”.

En la lista destaca Robert Kagan esposo de Victoria Nuland la subsecretaria de Estado para Asuntos de Política Externa en el Departamento de Estado que dirige su amigo y correligionario “Tony” Blinken. Nuland es la artífice de lo que pasa en Ucrania y directamente responsable de los “batallones” de mercenarios encargados de masacrar a los ruso-parlantes en las regiones reincorporadas al territorio ruso. Junto a su esposo y a Blinken han diseñado la estrategia para acabar con la UE sumiendo a Europa en una profunda crisis energética y alimentaria. Esto porque para los neoconservadores no puede existir otro poder que pueda competir con EEUU.

Este poder se sustenta en doctrinas USA como: la “unipolaridad” para imponer su hegemonía y controlar el entorno internacional de acuerdo con los propios intereses de Estados Unidos; el “nuevo wilsonianismo” o “mesianismo” para su política exterior (Blinken se presenta en la OEA como el “mesías” trayendo el modelo de democracia que todos deben defender y hacer suya); el “excepcionalismo” estadounidense para imponer la “superioridad” de su modelo moral de sociedad y de los artificios que le permiten alardear de estar más allá de la ley y del orden internacional.