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López. machado y ledezma

Sobre Venezuela : El arte sucio del "golpe" USA

Publicado: 2015-02-26




EEUU ha activado su maquinaria de terror y “golpe” contra Venezuela y contra los países del ALBA. Para esto empuja a sus aliados europeos (empezando por España, Inglaterra, Alemania), al gobierno de Canadá, a sus peones de la Alianza del Pacífico (Perú, Colombia, Chile y México).

El financiamiento de las acciones sediciosas y de muerte está a cargo de las ONGs norteamericanas especialistas en estos menesteres: NED, IRI, NDI, Freedom House, ICNL. La inducción, logística y monitoreo corre por cuenta de sus respectivas embajadas y sus servicios de inteligencia en toda América latina y el Caribe.

La prensa decadente (escrita, radial, televisiva, virtual, ocupa un lugar privilegiado en la “movida de las aguas sucias”. Se han sumado a ésta, previo pago, los decrépitos títeres de siempre: secretarios y ex- secretarios de la ONU y de la OEA, “diplomáticos” de carrera, congresistas y demás fauna servil.

A través de comunicados bien pagados y de pronunciamientos en apoyo a la “Transición” en Venezuela, toda esta bazofia cree que ha llegado el momento del derrocamiento del gobierno popular del Presidente Maduro incluyendo su asesinato y la de otros líderes chavistas. De lo que se trata no es sólo de derrocar al gobierno bolivariano, sino de escarmentar y continuar con Bolivia, Ecuador, Cuba, Argentina. El orden no importa.

Fieles a su impronta sionista, las élites del poder mundial, han decidido destruir la nueva Patria Grande que emerge con el ALBA para construir la “verdadera democracia” del capital.

En el siguiente artículo, que me permito reproducir, Thierry Meyssan hace un análisis de los hechos que se han venido sucediendo en Venezuela como parte de la llamada “Operación Jericó”. El nombre alude a la manipulación judía del mito de Josué contra el pueblo de Canann. La diferencia está en que los invasores de hoy no van por agua, al menos por ahora, sino por petróleo, gas y minerales; no están provistos de trompetas sino de sofisticados “Super Tukanos”; tienen, en lugar de un supuesto Josué a tres mercenarios de la política USA (López, Machado y Ledezma) a los que su administración quiere imponer a un pueblo que ha empezado a construir su auténtica libertad por encima de designios imperiales. (rr)

He aquí el artículo de Meyssan:

“Falla el putsch de Obama en Venezuela”

Thierry Meyssan

El presidente Obama había emitido un claro aviso. Lo puso por escrito en su nueva doctrina de defensa (National Security Strategy):.

«Estamos del lado de los ciudadanos cuyo pleno ejercicio de la democracia está en peligro, como los venezolanos».

Siendo Venezuela, desde la adopción de la Constitución de 1999, uno de los Estados más democráticos del mundo, esa frase presagiaba lo peor en materia de intentos destinados a impedir su marcha por el camino de la independencia y la redistribución de la riqueza nacional.

Era el 6 de febrero de 2015. Washington terminaba de planificar el derrocamiento de las instituciones democráticas de Venezuela. El golpe de Estado estaba planificado para el 12 de febrero.

La «Operación Jericó» contaba con la supervisión del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), bajo la responsabilidad de Ricardo Zúñiga.

Este «diplomático» es el nieto de ese otro Ricardo Zúñiga, que fue presidente del Partido Nacional de Honduras y organizó los golpes militares de 1963 y de 1972 a favor del general López Arellano.

El Ricardo Zúñiga que ahora trabaja en la Casa Blanca dirigió desde 2009 hasta 2011 la estación de la CIA en La Habana, donde reclutó agentes y los financió para fabricar una oposición contra Fidel Castro a la vez que negociaba la reanudación de las relaciones diplomáticas con Cuba, finalmente anunciada en 2014.

Como siempre en ese tipo de operaciones, Washington se esfuerza por no parecer implicado en los acontecimientos que sin embargo dirige.

La CIA organiza y dirige a los golpistas a través de organizaciones supuestamente no gubernamentales: la NED (National Endowment for Democracy) y sus dos tentáculos: el International Republican Institute (IRI) y el National Democratic Institute (NDI); la Freedom House y el International Center for Non-Profit Law (algo así como Centro Internacional para la Ley sin fines de lucro. Nota rr).

Además, Estados Unidos siempre recurre a sus aliados utilizándolos como contratistas en ciertos aspectos del putsch (golpe de Estado).

Esta vez participaron al menos Alemania –a cargo de la protección de los ciudadanos de los países de la OTAN durante el golpe–, Canadá –a cargo del control del aeropuerto internacional civil de Caracas–, Israel –encargado de garantizar los asesinatos de varias personalidades chavistas– y el Reino Unido –a cargo de la propaganda de los golpistas.

Finalmente, también moviliza sus redes políticas para que reconozcan a los golpistas: en Washington, el senador Marco Rubio; en Chile, el ex presidente Sebastián Piñera; en Colombia, los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana; en México, los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox; en España, el ex presidente del gobierno José María Aznar.

Para justificar el “putsch”, la Casa Blanca había estimulado grandes empresas venezolanas a retener en sus almacenes enormes cantidades de productos de primera necesidad.

La no distribución de esos productos tenía como objetivo provocar grandes colas ante los comercios y el estallido de motines estimulados por la acción de provocadores infiltrados entre los consumidores descontentos.

La maniobra fracasó ya que, a pesar de la escasez artificialmente provocada durante enero y febrero y de las colas ante las tiendas, los venezolanos nunca llegaron a atacar los comercios.

Para reforzar el sabotaje económico, el presidente Obama había firmado, el 18 de diciembre de 2014, una ley que impone sanciones contra Venezuela y contra varios de sus dirigentes.

Oficialmente, Washington decía querer sancionar a las personalidades responsables de la represión contra manifestaciones estudiantiles.

En realidad, desde el inicio del año, Washington estaba pagando un salario -4 veces superior al ingreso medio de los venezolanos -a los miembros de pandillas que se dedicaban a agredir a las fuerzas del orden.

Estos falsos estudiantes asesinaron a 43 personas en varios meses y sembraban el terror en las calles de Caracas.

La acción militar estaba bajo la supervisión del general Thomas W. Geary, desde la sede del SouthCom (Comando Sur para América latina y el Caribe) en Miami, y de Rebecca Chavez, desde el Pentágono.

El general Thomas W. Geary, fue el número 2 de la ISAF en Afganistán. Actualmente está al mando de la inteligencia del SouthCom.

La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, (International Security Assistance Force ISAF), a cargo de las compañías de mercenarios establecidas por el Consejo de Seguridad de la ONU el 20 de diciembre del 2001 mediante Resolución 1386. Forma parte de la OTAN desde 2003 y es responsable del genocidio en ese país. Nota rr)

Como subcontratista de la parte militar del golpe aparecen el ejército privado Academi (ex Blackwater); una firma actualmente administrada por el almirante Bobby R. Inman (ex jefe de la Agencia de Seguridad Norteamericana NSA) y John Ashcroft (ex secretario de Justicia de la administración Bush).

Según esa parte del plan, un avión militar Super Tucano, matrícula N314TG, comprado por Academi en Virginia, en 2008, para asesinar a Raúl Reyes, número 2 de las FARC colombianas, avión falsamente identificado con las insignias de las fuerzas armadas de Venezuela, debía bombardear el palacio presidencial de Miraflores y otros objetivos entre los que se encontraban la sede del ministerio de Defensa, la dirección de Inteligencia y la sede de TeleSur, el canal de televisión multinacional creado por el ALBA.

El avión se hallaba en Colombia, el cuartel general de los “putchistas” había sido instalado en la embajada de Estados Unidos en Bogotá -la capital colombiana- con la participación del embajador estadounidense Kevin Whitaker y de su segundo, Benjamin Ziff.

Varios oficiales superiores, activos y retirados, habían grabado de antemano un mensaje a la Nación anunciando que habían tomado el poder para restaurar el orden en el país.

También estaba previsto que suscribirían el “Plan de Transición”, publicado en la mañana del 12 de febrero de 2015 en el diario El Nacional y redactado por el Departamento de Estado estadounidense.

El plan incluía la formación de un nuevo gobierno, encabezado por la ex diputada María Corina Machado.

María Corina Machado fue presidenta de “Súmate”, la asociación que organizó y perdió el referéndum revocatorio contra el presidente Hugo Chávez Frías, en 2004, utilizando para ello -ya en aquel momento- los fondos de la NED (National Endowment for Democracy) y los servicios del publicista francés Jacques Seguela.

A pesar de aquella derrota, María Corina Machado fue recibida con honores por el presidente George W. Bush en el Buró Oval de la Casa Blanca el 21 de marzo de 2005.

Después de ser electa en 2011 como representante del Estado de Miranda, el 21 de marzo de 2014 María Corina Machado se presentó ante la Organización de Estados Americanos (OEA) como jefa de la delegación de Panamá a ese foro continental y fue inmediatamente destituida de su cargo de diputada por haber violado los artículos 149 y 191 de la Constitución de Venezuela.

Para facilitar la coordinación del “putsch”, María Corina Machado organizó en Caracas, el 26 de enero, un coloquio denominado «Poder ciudadano y Democracia hoy», en el que participaron (Sebastián Piñera, Felipe Calderón y Andrés Pastrana, tres ex-presidentes de Chile, Colombia y México integrantes de la Alianza del Pacífico. Nota rr), la mayoría de las personalidades venezolanas y extranjeras vinculadas a la intentona golpista.

¡Mala suerte! La Inteligencia Militar venezolana estaba vigilando a las personalidades sospechosas de haber fomentado un complot anterior para asesinar al presidente Maduro.

En mayo de 2014, el fiscal de Caracas había acusado a María Corina Machado, el gobernador Henrique Salas Romer, el ex diplomático Diego Arria, el abogado Gustavo Tarre Birceño, el banquero Eligio Cedeño y el hombre de negocios Pedro M. Burelli, quienes negaron haber escrito sus propios e-mails afirmando que habían sido falsificados por la Inteligencia Militar. Por supuesto, todos eran cómplices. Al seguir la pista de estos conspiradores, la Inteligencia Militar descubrió la «Operación Jericó».

En la noche del 11 de febrero, los principales líderes de la conspiración y un agente del Mossad israelí fueron arrestados y se reforzó la protección aérea de la capital venezolana. Otros implicados fueron arrestados el 12 de febrero. El día 20, las confesiones de los arrestados permitieron la detención de otro cómplice: el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.

El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, es el agente de enlace con Israel. Cumpliendo esta misión, Ledezma viajó secretamente a Tel Aviv, el 18 de mayo de 2012, para reunirse con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu y con el ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman, actuando como representante del jefe de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski.

Netanyahu , el líder sionista que gobierna Isarael y antonio Ledezma el ex alcalde del municipio libertador de caracas  preso por conspirador 

Para quienes aún creen, erróneamente, que Estados Unidos ha cambiado, que ese país ha dejado de ser una potencia imperialista y que ahora defiende la democracia en el mundo, la «Operación Jericó» es un obligado tema de reflexión.


Escrito por

rubèn ramos

sociólogo y educador peruano, post-doctorado en Filosofía, política e historia de las ideas en América latina.


Publicado en

alizorojo

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